jueves, 30 de junio de 2011

ENAMORADO DE UN RETRATO


Sin querer una tarde me encontré mirando esa imagen. Una desconocida sonrisa cautivando mi atención. Ni siquiera necesito saberte para alabar tanta belleza. Acuden a mi mente recuerdos del retrato que Dumas detalla de Madmoiselle Gautier y creo entender lo que significa la belleza que describe. Pero no tengo el virtuosismo para reproducir algo parecido de lo que contemplo.
Siendo la distancia uno de los muros que me separan de tal manifestación natural, solo me permito contemplarla de vez en cuando. Espiar su retrato. Sorprenderme una vez más con su sencilla mirada cristalina. ¡Sin poder decir que es ésta mujer la que desvela mis noches! ¡Sin poder decir que la amo sin conocerla! Guardando el silencio que me impone su temperamento. Silencio que me hiere el alma. Pero callo, ante su retrato y ante su voz apagada porque así lo ha dispuesto el cielo. Así es la ley que me ata la lengua delante de ella.
Podría esperar mil años por una sonrisa. Y diez mil años por una palabra. Una eternidad por un sólo beso. De la de esa imagen que se dibuja lejos. La que sonríe desde otro lugar. De Ella.
                                                                                                  IVAN..

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