EL CAOS QUE NOS ENVUELVE

Es lo fortuito de ser, solamente un mortal más, en esta suerte de caos que nos envuelve. Cuando la especie se levanta en pequeñas porciones de sentimientos que solamente hacen interesante el paso. Desperdiciando tiempo en cosas poco prácticas para la simple existencia y que solamente la complican, turban el pensamiento, arrancan la razón. Y no existe mayor desprecio por lo real de las cosas, que la idea de que pueden ser cambiadas por la subjetividad del interior.
Existe una sola verdad. La de lo que se elige creer y se mezcla lo subjetivo de la visión del mundo con lo objetivo de lo que el mundo tiene para mostrar. Y lo absoluto de la verdad, clara y única, se opaca hasta ser solamente la nada misma.
El conjunto y la combinación de realidades infinitamente diferentes, condicionadas por emociones tan subjetivas como quien las poseyere, conforman la verdad absoluta del mismo caos que nos envuelve.
Comprenderá el lector, que ésta es sólo una de la versiones de estas realidades, a las que me refiero en carácter de redactor. Hago referencia al caos, como la realidad de la existencia como seres pensantes y sintientes (si se me permite utilizar este término). Pensamiento y sentimiento conviven contradictoriamente en un mismo ser. Así construimos nuestro caos personal que enriquece al inmenso caos que nos envuelve.